La India es el segundo país más poblado del mundo y posee una de las economías de más rápido crecimiento. Pero no todo son ventajas. Los cristianos y otras minorías religiosas se ven enfrentados a una creciente hostilidad. Aunque la constitución india garantiza la libertad de religión, la discriminación de las minorías religiosas se ha intensificado a causa del extremismo hinduista. ACN apoya sobre todo a aquellas diócesis en las que los cristia nos están sometidos a presión política y social y la Iglesia sufre importantes carencias materiales.
Mientras que el Cristianismo está representado en el sur de la India desde hace casi 2.000 años y tiene su origen en el apóstol Tomás, la Iglesia aún es joven en las zonas pobres del norte y el nordeste del país. La Iglesia local necesita allí mucho apoyo, ya que la vida eclesial aún se halla en un proceso de consolidación. La infraestructura está parcialmente subdesarrollada, y algunos lugares apartados de la selva o la región montañosa son difíciles de alcanzar.
Pero a pesar de todas las carencias, la mayoría de los aproximadamente 21 millones de católicos de la India abrazan su fe con plena convicción. También es alto el número de ordenaciones: en total hay más de 30.000 sacerdotes católicos y casi 100.000 religiosas –y la tendencia va en aumento.
Para reforzar aún más la presencia de la Iglesia local, ACN financia la formación de sacerdotes, religiosos y laicos, la construcción y renovación de casas parroquiales, capillas y conventos y programas de profundización en la fe. Otros fondos van dirigidos a la compra de vehículos, con el fin de garantizar la atención pastoral en las zonas de difícil acceso.
La ley anticonversión debilita a las minorías religiosas
Actualmente, en siete de los 29 estados federados de la India se halla en vigor una ley anticonversión. El decreto prohíbe a los hindúes convertirse a otras religiones. En este contexto se reprocha con frecuencia a los cristianos que quieran evangelizar a los hindúes.
Las represalias también afectan a los llamados “parias” –quienes pertenecen a la clase social más baja de la sociedad india– y a personas con raíces indígenas. Si aceptan la fe cristiana, perderán la poca ayuda estatal que el Estado confiere a las minorías étnicas y a los parias.