Los habitantes de la mayoría de países de Asia y Oceanía viven en la pobreza más extrema. A esto se suma el hecho de que los cristianos son una minoría en la mayor parte de los países asiáticos y son víctimas de la persecución y la discriminación. Tanto en Asia como en Oceanía se producen además numerosas catástrofes naturales que, a menudo, se deben al cambio climático. Esto provoca con frecuencia la emigración a las ciudades, con el correspondiente desarraigo social y cultural de la población. En estos casos la Iglesia, además de ejercer su misión pastoral, también debe prestar una gran ayuda caritativa. Pero el apoyo exterior le es indispensable para poder hacer frente a sus tareas. En 2018, ACN apoyó a la Iglesia en Asia y Oceanía con un total de 12,1 millones de euros.
Las dificultades a las que se enfrenta la Iglesia en la enorme región de Asia y Oceanía difieren en gran medida localmente. Así, los cristianos del sur y el sudeste asiático se ven sometidos desde hace años a un Islamismo cada vez más intenso o –como en el caso de la India– a un extremado nacionalismo hinduista que ya se ha cobrado numerosas víctimas cristianas.
« Gracias a vuestra ayuda podemos seguir ofreciendo asistencia pastoral »
Por su parte, en el este de Asia las represalias del Estado a menudo dificultan la tarea de la Iglesia. Y en Asia central la Iglesia sigue ocupada en la reconstrucción de su infraestructura tras la caída del comunismo en las antiguas repúblicas soviéticas. En esas áreas normalmente tan extensas se precisan sobre todo vehículos para que los sacerdotes y religiosas pueden llegar a las personas a las que ofrecen atención pastoral. En Asia central, como en casi todos los países de Asia y Oceanía, la asistencia pastoral a familias y jóvenes constituye un foco principal del trabajo de la Iglesia. ACN apoya estas iniciativas, así como la construcción y la reparación de edificios de la Iglesia y la formación de candidatos al sacerdocio, religiosos y catequistas.