Pese al fuerte crecimiento económico, Etiopía –país situado en el Cuerno de África– sigue caracterizándose por una pobreza extrema. De sus aproximadamente 102 millones de habitantes, el 58 % son cristianos ortodoxos. No obstante, la proporción de musulmanes aumenta, siendo actualmente de un 34 %. Los católicos constituyen solo un 1 % de la población aproximadamente. Sin embargo, la Iglesia católica es muy activa. Para asegurar este dinamismo en el futuro, ACN apoya a la Iglesia local sobre todo en la formación de sacerdotes, la asistencia pastoral de jóvenes y en proyectos de edificación.
La Iglesia católica tiene en Etiopía numerosas escuelas, jardines de infancia y centros sociales que están a disposición de miembros de todas las religiones. Todos estos organismos contribuyen en gran medida a la comprensión entre las distintas tribus. Pero la Iglesia también desarrolla su actividad en zonas apartadas y subdesarrolladas. Allí atiende, por ejemplo, a tribus como los oromo o los gumuz, de los que nadie más se ocupa. En estos casos, el énfasis se pone normalmente en la primera evangelización, la instrucción en la fe y la asistencia pastoral.
Las iglesias y capillas son muy importantes sobre todo para las personas que se inician en la fe católica, ya que generan identidad y comunican a los creyentes un sentimiento de pertenencia a la Iglesia. Por ello, ACN financia numerosos proyectos de construcción. Pero también son indispensables los sacerdotes, que se encargan de transmitir la fe y velar por la doctrina católica. Por este motivo, en 2018 volvimos a aprobar varias solicitudes de financiación para la formación y capacitación de sacerdotes, religiosos y laicos y la organización de programas pastorales en Etiopía.
« Gracias a su ayuda, los jóvenes ahora cantan canciones sobre la bondad del Señor »
Cabe destacar sobre todo la asistencia pastoral para jóvenes, lo cual pretende contribuir a que estos no emigren, sino que trabajen por el bien de su país. Además, ACN presta ayuda en la financiación y compra de vehículos adecuados, los cuales son indispensables para ofrecer atención espiritual en las –en su mayoría– muy extensas regiones.