Aun tras la muerte del líder revolucionario Fidel Castro en noviembre de 2016, Cuba sigue estando caracterizada por unas estructuras comunistas rígidas. Para una gran parte de los cubanos, esto significa la continuación de una vida en la pobreza. Por si esto fuera poco, esta nación isleña ha sufrido los efectos de los fuertes huracanes de los últimos años.
Las iglesias locales tampoco se han salvado de la devastación. Además de la reconstrucción de la infraestructura eclesial, el foco de nuestra ayuda fue el aumento de la presencia de trabajadores de la Iglesia y las tareas de educación religiosa.
« En estos tiempos de falta de perspectivas, la Iglesia representa para muchos cubanos la única perspectiva fiable ».
Una permanente falta de perspectivas de futuro es quiza la expresion que mejor define la situacion en Cuba. La retirada de Raul Castro de su cargo como presidente del Estado no permite esperar ningun cambio politico. Las esperanzas de muchos cubanos con respecto a un acercamiento a EE.UU. y una relajacion del embargo economico se han visto frustradas indefinidamente por la actitud del presidente estadounidense Donald Trump. Para la Iglesia de Cuba, la visita del papa Francisco y el Ano de la Misericordia de 2016 mejoraron al menos el dialogo con las autoridades, lo que ha hecho posible una mayor libertad de movimiento para las tareas de evangelizacion.
La falta de perspectivas en Cuba se ha intensificado a causa a los destrozos provocados por el huracan Irma, que en septiembre de 2017 devasto casi toda la isla con rafagas de viento de velocidades superiores a 250 km/h. Este huracan se Latinoamerica – Cuba | considera el mas fuerte que ha experimentado el Caribe desde hace muchos anos. En algunas diocesis, el vendaval provoco danos muy graves que causaron grandes dificultades a las iglesias locales durante mucho tiempo.
Con nuestro presupuesto para Cuba hemos apoyado a algunos de los once obispados de la isla con medidas de ayuda inmediata y contribuido a financiar la reconstruccion de la infraestructura de la Iglesia. Tambien es necesario invertir urgentemente en la renovacion de los vehiculos de las parroquias, ya que estos son en su mayoria muy antiguos. Aunque, a causa de la falta de permisos de importacion para vehiculos nuevos, no se preve lamentablemente una mejora de la movilidad a corto plazo.