Brasil es el quinto país más grande del mundo. De sus aproximadamente 210 millones de habitantes, el 64 % son católicos. Pero el número de fieles va en descenso. Hace 20 años, los católicos constituían el 75 % de la población. Esta evolución se debe en gran medida a la maraña de corrupción, desempleo, crisis económica y destrucción medioambiental en que está sumida el país, lo que aviva la desconfianza y hace que muchas personas presten atención a las promesas de salvación de las sectas. ACN responde a las peticiones de ayuda de las diócesis ofreciendo apoyo en la formación de sacerdotes, subsidios para la manutención de religiosas y ayudas económicas para la compra de vehículos. Gran cantidad de fondos han sido destinados a la región del Amazonas, una zona de muy difícil acceso.
Ademas de los problemas sociales y politicos, las extremas condiciones geograficas y climaticas situan al pais una y otra vez ante grandes desafios. Casi la mitad de la superficie total de Brasil esta ocupada por los 7 millones de km2 de la cuenca del Amazonas, que se extiende mucho mas alla de las fronteras del pais. Alli predomina a menudo la extrema pobreza, una gran falta de sacerdotes, una asistencia pastoral insuficiente y, en consecuencia, una presencia elevada de sectas de todo tipo.
En esta region, a menudo denominada “el infierno verde”, las solicitudes de ayuda han seguido aumentando con respecto al ano anterior. El clima calido y humedo, la malaria y otras enfermedades tropicales y una atencion medica de todo punto insuficiente plantean grandes dificultades a los habitantes de la Amazonia. A esto se anaden las frecuentes inundaciones. La atencion pastoral es dificil. Con frecuencia, muchas comunidades situadas a orillas del rio y en la selva tropical deben pasarse meses sin poder escuchar la palabra de Dios.
« Brasil sigue lleno de problemas, pero también de posibilidades »
Solo en 2018, ACN apoyo a la Amazonia brasilena con casi 700.000 euros. Ya se trate de ayudas a la formacion para seminaristas, estipendios de misas para sacerdotes, ayudas de manutencion para religiosas o la compra de vehiculos y embarcaciones para programas misioneros, nuestro apoyo garantiza sobre todo que la presencia de la Iglesia se mantenga aun en las comunidades apartadas y de mas dificil acceso.
La iglesia de Brasil eleva su voz contra la injusticia
La situacion politica actual hace que la Iglesia local entre en conflictos una y otra vez. Por ejemplo, en casos tales como la deforestacion de la selva tropical o la construccion de enormes centrales hidroelectricas, que dan lugar a desalojos de tierras y problemas de migracion. Alli donde la Iglesia denuncia problemas tales como el avance de la agroindustria a gran escala y otros megaproyectos destinados a la explotacion economica de la Amazonia, con frecuencia se le intenta tapar la boca.
Lo mismo ocurre cuando la Iglesia se opone a la explotacion sexual de mujeres y ninos o participa en la lucha contra la corrupcion y el favoritismo. A veces, los obispos y religiosos reciben incluso amenazas de muerte y necesitan proteccion personal armada.