« El diálogo estrecho con las iglesias locales precede siempre a la implementación de nuestras medidas de ayuda »

Las regiones prioritarias de nuestros proyectos de ayuda en 2018 fueron África y Oriente Próximo. En todo nuestro trabajo relativo a proyectos consideramos sumamente importante el diálogo con la Iglesia local. Los obispos y religiosos locales saben mejor que nadie cuáles son las necesidades principales y qué medidas de ayuda deben tomarse.

Consideramos que nuestra tarea es ayudar a la Iglesia principalmente allí donde los cristianos son víctimas de la guerra, la opresión, la persecución y la violencia.

Lamentablemente, Oriente Próximo volvió a ser un foco de violencia en 2018: en muchos lugares de ese país, los fieles se ven expuestos diariamente al capricho y a la violencia del Daesh y otros grupos islamistas. Por eso, los proyectos de ayuda a Siria e Irak siguen siendo una de nuestras mayores prioridades.

Pero en algunos países de África los cristianos también sufren la persecución y la violencia del islamismo radical. Al mismo tiempo, África es el continente con mayor aumento del número de fieles. Nuestros fondos para África tienen en cuenta esta evolución, ya que más de la cuarta parte de nuestro presupuesto de proyectos para 2018 se destinó a las Iglesias locales de países africanos.

Por su parte, en Asia nuestra prioridad son regiones como Pakistán y Filipinas, en las que el islamismo radical también está avanzando.

Y por supuesto también trabajamos en India, donde un hinduismo cada vez más radical hace que la minoría cristiana se vea perseguida y, en muchos lugares, violentamente oprimida.

Pero también China, Vietnam o Laos –países sometidos a estructuras jerárquicas comunistas desde hace décadas– siguen estando en nuestra lista de prioridades.